El traumatismo dental es, junto con las caries, uno de los problemas bucodentales más comunes, sobre todo en una edad temprana. Los niños, por su actividad física y su torpeza en los primeros años, suelen caerse y en ocasiones el golpe afecta a los dientes. Aún así, en adultos y ancianos también puede pasar, incluso más de lo que nos imaginamos.
Se considera un traumatismo dental a una lesión en los dientes y/o en los tejidos blandos de la boca provocados por un fuerte golpe. Puede darse en un accidente, en una caída o incluso provocando algún deporte de contacto. Las consecuencias pueden derivar, desde el daño de un esmalte, la fractura de un diente o hasta su completa caída.
¿Qué debemos hacer ante un traumatismo dental?
Dependiendo del caso, a veces nos percatamos de inmediato del daño sufrido por el golpe, por ejemplo un diente partido. Sin embargo, a veces el daño del diente puede ser mayor de lo que vemos a simple vista. Es importante estar pendientes los días posteriores al traumatismo y observar con detenimiento algunos síntomas como el dolor puntual a la hora de morder o consumir algunos alimentos.
Es fundamental, sea cual sea nuestro caso, acudir a un centro especialista para que los profesionales nos hagan una evaluación. La actuación rápida puede ser determinante para la salud de nuestra boca.
¿Qué consecuencias puede acarrearnos un traumatismo de este tipo?
- Como decimos, las consecuencias pueden ser muy variadas, más o menos graves, dependiendo de cada caso. Las más comunes suelen ser:
- Aparición de movilidad dentaria
- Cambio en la posición de un diente
- Intrusión de una pieza dental, ocasionando daños en el tejido
- Daño en los huesos maxilares
- Heridas en lengua o labios
- Daño o caída de piezas dentales
Desde Clínica Dental Bajo queremos recalcar la importancia de acudir a un equipo de profesionales para que evalúen cada caso concreto. Las consecuencias a largo plazo de un traumatismo dental pueden ser mínimas si se aplica el tratamiento adecuado.