La mayoría de personas no lo saben, pero tenemos una articulación denominada temporomandibular que es aquella que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza, es decir, la que nos permite hablar, masticar, bostezar, etc. Por así decirlo, hablamos de una especie de bisagra que conecta la mandíbula al cráneo y tenemos dos, una situada a cada lado.
Aunque no supiéramos de su existencia hasta ahora, ya nos podemos imaginar la función tan importante que desarrolla para nuestro día a día. Por eso, cuando se produce una disfunción en esta articulación podemos tener serias dificultades.
¿Por qué puede darse una disfunción temporomandibular?
Sentir dolor en la articulación temporomandibular puede llegar a impedir acciones básicas como hablar o masticar. No obstante, este dolor, en la mayoría de los casos, suele ser temporal y puede aliviarse con determinados tratamientos no quirúrgicos, aunque en algunos casos sí será necesaria una intervención.
La causa exacta de esta disfunción suele ser difícil de determinar. Muchas veces hablamos de una combinación de factores como la artritis, la carga genética y/o tener una lesión en la mandíbula. Lo cierto es que la primera causa que se investiga cuando tenemos dolor de mandíbula es el bruxismo y lo cierto es que muchas personas lo padecen y no por ello acaban teniendo un trastorno en la articulación temporomandibular.
Dentro de los síntomas encontramos, además del dolor en la propia mandíbula, molestia en el oído, o el cuello, dificultad para abrir o cerrar la boca, dolores de cabeza, mareos, o problemas para masticar.
Si te sientes identificado con algunos de estos síntomas, te recomendamos que acudas a un especialista para que pueda hacerte un diagnóstico personalizado y ver si se trata de una disfunción temporomandibular u otra afectación. En Clínica Bajo podemos ayudarte a tratar este y cualquier otro problema que interceda en tu salud bucodental.