Beber agua en nuestro día a día es importante y mejora notablemente nuestra salud. Nuestro cuerpo necesita hidratarse y sus efectos los vemos reflejados en la piel o el pelo, pero también en otros factores importantes como la regulación de temperatura de nuestro cuerpo, o mejorar la circulación sanguínea y, por ende, nuestro ritmo cardíaco.
Son muchos los beneficios que obtenemos cuando nos hidratamos de manera diaria, pero también es un condicionante fundamental para que un tratamiento de reducción de grasa localizada, como la mesoterapia, sea tan efectiva como esperamos. Veamos por qué.
La importancia de beber agua antes y después de un tratamiento de reducción de grasa localizada
La grasa localizada es aquella que el cuerpo no necesita en ese momento pero que ha reservado por si la pudiera necesitar. Generalmente se debe a cambios en el metabolismo o un funcionamiento más lento del mismo. Por suerte, hoy contamos con muchos tratamientos que nos permiten acabar con este tipo de grasa sin tener que pasar por quirófano, ejemplo de ello la mesoterapia y la carboxiterapia.
Beber abundante agua antes y después de la aplicación de estos tratamientos nos ayudará a obtener mejores resultados porque el agua nos ayuda con el drenaje de la grasa y con la estimulación del metabolismo. Al fin y al cabo, beber agua contribuye, como hemos dicho, a mejorar la circulación y a la hidratación de tejidos, por lo que aumenta la eliminación de toxinas durante el tratamiento.
Hay otros factores que nos ayuda, como por ejemplo llevar una dieta baja en grasas y carbohidratos de absorción rápida, evitar las bebidas alcohólicas y hacer ejercicio diario.
En Clínica Estética Bajo nos hemos especializado en este tipo de tratamientos, por lo que en tu primera consulta recibirás todas las pautas para eliminar de una vez por todas la grasa localizada. Te esperamos en nuestro centro en el sur de Tenerife.