Cuando hablamos de hipersensibilidad dentinaria, hablamos de un dolor dental agudo que aparece como respuesta a estímulos externos como puede ser el tacto, sabores dulces o ácidos, o el frío y el calor -siendo estos últimos los más comunes-.
Esto puede darse por el desgaste de esmalte o por la retracción de las encías, que favorecerían que diferentes estímulos provocaran una reacción que, a su vez, se transforma en dolor. Sin embargo, aún no se tiene claro el modo exacto en el que esos estímulos externos pueden llegar a excitar las fibras nerviosas.
¿Qué podemos hacer frente a la hipersensibilidad dentinaria?
Si notamos molestias, lo primero que debemos hacer es acudir a un profesional para que pueda valorar si se trata de hipersensibilidad dentinaria o de cualquier otra cosa. Una vez tengamos diagnosticada la hipersensibilidad podremos recurrir a diferentes tratamientos para erradicar el dolor y eliminar la hipersensibilidad.
Para ello se utilizarán diferentes productos de higiene bucal que tengan una acción química y mecánica:
- Acción química. Las sales de potasio actúan depolarizando las fibras nerviosas, lo que reduce la conducción nerviosa y, por tanto, reduce el dolor.
- Acción mecánica. Activos que proporcionan una capa protectora que cierra, parcial o totalmente, los túbulos dentinarios.
Además, será fundamental cambiar ciertas conductas que hayan provocado el desgaste del esmalte. Por ejemplo utilizar cepillos dentales con filamentos redondeados, pastas dentífricas no abrasivas o evitar los ácidos. En Clínica Bajo te espera un equipo profesional altamente cualificado para tratar la hipersensibilidad dentinaria o cualquier otra afección bucal que te reste calidad de vida.