En algún momento todos hemos necesitado tomarnos un medicamento para aliviar un dolor, molestia o infección. Aunque generalmente un tratamiento está indicado por un profesional sanitario, también es cierto que muchas personas recurren a ciertos fármacos para aliviar molestias sin importancia que pueden surgir en el día a día, como un dolor de cabeza. Con el paso del tiempo se han creado unos mitos que afectan a la gestión de estos medicamentos y hoy en Clínica Bajo nos hemos propuesto derribarlos.
No obstante, una vez más queremos resaltar la importancia de tratar cualquier anomalía con los profesionales correspondientes. El médico o, incluso en ocasiones, el farmacéutico, podrán valorar con criterio nuestras circunstancias para así recomendarnos el tratamiento adecuado.
Derribamos los mitos más famosos sobre algunos fármacos
El Ibuprofeno de 600mg es mejor. En España, hasta hace relativamente poco tiempo, se vendía el ibuprofeno de 600mg sin receta. No obstante, de un tiempo a esta parte solo se administra bajo prescripción médica, y esto tiene muchos motivos, pero entre ellos es que se ha demostrado que para tratar un dolor leve y moderado el de 400mg es más que suficiente y el superior no aporta ninguna ventaja pero sí la probabilidad de sufrir efectos secundarios. Es decir, que el ibuprofeno de 600mg no es más efectivo con molestias de ese tipo.
Omeprazol como protector gástrico. En realidad, el omeprazol nos ayuda a reducir la producción de ácido en el estómago, pero no crea ninguna capa protectora como se suele pensar.
Tomar medicamentos con el estómago lleno. Es cierto que en muchos casos es mejor tener el estómago lleno para tomar un medicamento, pero esto depende del tipo de fármaco que vayamos a tomar, pues hay algunos que tienen más efecto si nos lo tomamos en ayunas, por ejemplo, y otros que es totalmente indiferente tomarlo antes o después de comer. En definitiva, generalizar sobre esto es un error muy común.
No pasa nada por tomar medicamentos caducados. Nos gustaría pensar que no es lo más común, sin embargo sí es cierto que suele ser una afirmación recurrente. En este sentido, por un lado debemos destacar que tomar un medicamento caducado suele anular su efecto, es decir, que probablemente no tengamos consecuencia, ni buena ni mala. Esto es lo más habitual en fármacos leves, ahora bien, en fármacos más específicos, los cuales tomamos por algo más grave que un simple resfriado, tenemos que tener más cuidado porque los efectos adversos pueden ser más notorios.
Desde Clínica Bajo hacemos hincapié en que es fundamental seguir las pautas de los profesionales médicos y tomar el fármaco y la dosis correspondiente para cada molestia. El uso responsable de medicamentos debe ser un compromiso de todos, por eso es fundamental romper mitos como estos.