Nuestra piel habla más de nosotros mismos de lo que nos podemos imaginar. No solo las arrugas pueden hacernos parecer más o menos mayores, también su aspecto, su color y textura pueden hablar de nuestra higiene o nuestra salud. Cuidar la piel es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta que está 100% expuesta a agentes externos como el sol o la contaminación. Uno de los principales problemas es la piel deshidrata que es, precisamente, de lo que queremos hablar hoy.
La piel deshidratada es un síntoma de que algo no va bien y que debemos remediar de inmediato. Sin embargo, ¿cómo sabemos si tenemos la piel deshidratada? Aunque parece evidente, no todo el mundo sabe detectar este problema en la piel, no siempre se muestra de la misma manera y por eso a continuación vamos a detallar cuáles son esos síntomas y qué debemos hacer al respecto.
Síntomas de la piel deshidratada
Piel apagada. Si vemos que la piel tiene menos brillo, con un color tirando a ceniza, suele ser síntoma de estar deshidratada. Este síntoma no es compatible con la piel grasa, pues esta suele brillar por su composición aunque le falte agua.
Ojeras marcadas. Algo que mucha gente ignora es que tener unas ojheras muy marcadas suele ser síntoma de la retención de líquidos, que generalmente va acompañada de la falta de hidratación.
Descamación y picor. Si vemos que algunas zonas de la piel están «peladas» claramente les falta hidratación.
Arrugas. Las arrugas, además de por el paso del tiempo, es síntoma de deshidratación. Una persona que toma mucho el sol y no se hidrata tendrá muchas más arrugas que otra que no lo haga.
Cabello oscuro. La raíz del pelo pasa por la epidermis, por lo que si esta está deteriorada puede notarse en el mismo pelo.
Para mejorar el aspecto de nuestra piel debemos beber suficiente agua al día y aplicarnos crema hidratante en todo el cuerpo como mínimo una vez al día. En Clínica Estética Bajo contamos con muchos tratamientos de hidratación para mejorar el aspecto de tu piel. ¿Aún no nos conoces?