En Clínica Dental Bajo siempre recalcamos la importancia de tener una buena higiene bucal. Y eso implica cepillarnos los dientes varias veces al día dedicándole el tiempo y la atención pertinente. Y es que parece que nuestro ritmo de vida nos impide muchas veces darle la importancia que se merece a nuestra higiene bucal. Sin embargo, esto puede tener graves consecuencias.
Según una encuesta realizada hace unos años por el Consejo de Dentistas de España sobre la salud bucodental de los españoles, cerca de un 12% no se cepilla los dientes a diario y un 2,3% reconoce no hacerlo nunca.
Estas cifras nos hacen pensar que aún nos falta camino por recorrer para tener una buena salud bucodental conseguida a través de unos hábitos saludables. Por eso, nosotros hoy queremos contarte cuáles son las cuatro consecuencias más habituales frente a una mala higiene dental.
Esto ocurre cuando dejamos de cepillarnos los dientes:
1. Caries.
Cuando no tenemos un buen cepillado, los ácidos de los alimentos en descomposición afecta directamente a nuestros dientes. Aunque se inicia en la parte externa del diente, si no se trata a tiempo puede llegar a afectar al nervio del mismo y acabar en la pérdida de la pieza dental.
2. Gingivitis.
Nuestras encías se inflaman debido a la acumulación de placa y bacterias y los dientes. El principal síntoma es el sangrado al morder ciertos alimentos, por ejemplo. Es importante tratarla a tiempo porque si no puede derivar en periodontitis.
3. Periodontitis.
Como hemos dicho, es la consecuencia de no tratar la gingivitis. Esta enfermedad se da cuando la acumulación de placa comienza a destruir los tejidos que soportan los dientes.
4. Halitosis.
Efectivamente, la mala higiene deriva en mal aliento. Sencillamente es la consecuencia de que restos de comida se quede entre nuestros dientes, encías o lengua, produciendo un mal olor.