En Clínica Bajo siempre recomendamos que tanto niños como adultos acudan a revisiones periódicas para así poder prevenir enfermedades bucodentales y gozar de buena salud. En edades tempranas es fundamental detectar cualquier anomalía para corregir posibles consecuencias. ¿Es una anomalía para un niño o una niña respirar por la boca? ¿Puede esto tener consecuencias en el desarrollo bucodental?
Efectivamente, respirar por la boca puede afectar en diferentes aspectos bucodentales. Por lo tanto, es fundamental que lo detectemos y podamos trabajar en ello. En primer lugar, cabe destacar que respirar por la boca se puede dar por diferentes causas como por ejemplo tener alergia, rinitis, sinusitis, una desviación del tabique nasal, etc. Es importante encontrar el origen, pues debemos diferenciar si se trata de algo puntual o se mantiene en el tiempo, así como intentar corregir ese hábito.
¿De qué manera afecta el respirar por la boca en el desarrollo bucodental?
A continuación vamos a ver diferentes consecuencias que podría tener el hecho de respirar por la boca:
Alteración del rostro. La respiración por boca puede incidir en el crecimiento y desarrollo de los maxilares, lo que afecta a la estética del rostro como por ejemplo tener una mordida abierta, el paladar estrecho o la mandíbula retraída.
Mala alineación de los dientes. También puede afectar a la posición de los dientes, pueden apiñarse o torcerse.
Problemas de mordida. Se pueden generar problemas en la mandíbula que afecte a la capacidad de morder de manera eficaz.
Deshidratación. Uno de los principales efectos es que se produce sequedad en la boca, aumentando la posibilidad de padecer caries o mal aliento.
Por todo esto es fundamental que detectemos si el niño o niña respira por la boca y acudamos a una revisión con especialistas para conocer su origen y corregir las posibles consecuencias que pueda tener.