En la salud bucal hay que tomarse muy en serio eso que dice «mejor prevenir que curar». Ya hemos hecho alusión en varias ocasiones a la importancia que tiene la prevención para evitar ciertos problemas en el futuro y que, la más importante de esas medidas, siempre es la limpieza bucal. Sin embargo, también existen otros métodos que nos ayudan a evitar futuras complicaciones, como por ejemplo el sellado de fisuras.
Las caries son el problema más frecuente con el que nos encontramos, tanto en jóvenes como en adultos. Si no se trata a tiempo podemos incluso perder la pieza dental, por lo que no solo debemos estar atentos ante su aparición, sino que, además, no está de más saber que podemos evitarlas.
El sellado de fisuras nos ayuda a prevenir las caries
Esta técnica se aplica en los primeros y segundos molares definitivos cuya principal función es la de triturar la comida para facilitarnos su posterior digestión. Por ello, se trata de piezas muy vulnerables a padecer caries, puesto que entre sus huecos es muy fácil que se queden restos de comida.
El sellado de fisuras consiste en aplicar una resina que recubra el diente, evitando así que se acumule comida entre sus recovecos.
Para llevarla a cabo es fundamental realizar una minuciosa limpieza profesional, en la que nos aseguremos que el diente se encuentra totalmente libre de bacterias para después sellarlo. Del mismo modo, debemos saber que no se trata de una solución definitiva, puesto que con el paso del tiempo esta resina podría agrietarse o formar poros, por lo que hay que comprobarla en cada revisión.
Lo que si es cierto es que se trata, hasta el momento, del método más efectivo en cuanto a prevención de caries, sobre todo si se aplica al poco tiempo de las erupciones de los molares.
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