La medicina estética ha avanzado mucho en los últimos años y hoy en día contamos con diversas opciones a la hora de tratar nuestras imperfecciones. Por suerte, los tratamientos cada vez son más eficaces y menos invasivos. Para mejorar el aspecto de nuestro rostro y disminuir las arrugas nos encontramos con los dos tratamientos más frecuentes: toxina botulínica o el ácido hialurónico.
Sin embargo, aunque su fin puede ser parecido, no son ni tratamientos similares se utilizan para los mismos casos. El profesional de medicina estética es el que podrá identificar qué tratamiento es el más recomendable para tu caso en concreto, pero nosotros queremos explicar sus diferencias a grandes rasgos para que tengas más conocimientos al respecto.
Toxina botulínica. Características.
La toxina botulínica es una sustancia que bloquea las señales nerviosas paralizando así parte del músculo de manera temporal.
Se utiliza para las arrugas dinámicas o líneas de expresión, generalmente en la mitad superior del rostro. Es un tratamiento pensado para aquellas arrugas que aparecen por la gesticulación, es decir, cuando un músculo facial se contrae o se relaja. Por ejemplo, las arrugas en el entrecejo, en la frente o las patas de gallo.
En Clínica Estética Bajo siempre buscamos el resultado natural, por lo que tenemos especial cuidado con su inyección. No pretendemos paralizar de todo el músculo, sino suavizar su movimiento para así mejorar es aspecto de las arrugas pero seguir manteniendo la expresión.
La toxina butolínica tiene una duración de entre 3 a 6 meses, por lo que es recomendable repetir el tratamiento dos veces al año aproximadamente.
Ácido hialurónico. Características.
El ácido hialurónico es una molécula que está, de forma natural, presente en nuestra piel, en el tejido conjuntivo y en los cartílagos. Además, tiene una característica principal: la capacidad de retener moléculas de agua, por lo que hidrata y aporta elasticidad a nuestra piel.
Es decir, se trata de un producto natural, biodegradable y reabsorbible pensado para corregir la pérdida de volumen, las arrugas estáticas o los surcos del rostro. Es decir, al contrario que en el caso contrario, arrugas no producidas por el movimiento de músculos como el surco nasogeniano, líneas de marioneta, perfilado de labios, aumento de pómulos, etc.
Si quieres acabar con las arrugas de tu rostro y tener una piel más joven y elástica, no dudes en visitar Clínica Estética Bajo en el sur de Tenerife para que nuestro equipo de profesionales pueda asesorarte.